Lo ideal a la hora de enfrentarse a un tratamiento como el tatuaje es llevar el cuerpo en las mejores condiciones posibles, por ello os recomendamos siempre venir habiendo descansado y alimentado bien, así como evitar anticoagulantes tales como alcohol o aspirinas al menos 24 horas antes de la realización del tatuaje. No debéis tomar el sol ni rayos UVA al menos 15 días antes de la cita ya que el sol altera la estabilidad de la piel. Evitar siempre el uso previo de crema anestésica para el tatuaje ya que altera el proceso de tatuado dejando la piel más elástica y en caso de acabar el efecto anestésico el dolor que conllevará durante la práctica es mayor que si no se hubieran usado ese tipo de cremas. También es necesario saber que el hecho de estar en un proceso de resfriado, tener gripe o sentir algún tipo de malestar, debería ser motivo de aplazamiento de la cita ya que el cuerpo no estaría en las mejores condiciones y, peor aún, supondría un riesgo para los aplicadores. En el caso de las mujeres no es recomendable tatuarse durante el periodo ya que suelen estar más sensibles y el dolor se intensifica.
Durante el tatuaje lo más recomendable es que busquéis equilibrio entre relajación y tranquilidad, algo que puede parecer obvio pero que es complicado a la vez, el caso es no sufrir alteración alguna para así hacernos más fácil la práctica. También se deben evitar movimientos bruscos ya que nos puede afectar en el resultado del tatuaje. Si se necesita parar por lo que sea, ya bien porque incomodidad o porque se necesite ir al aseo por ejemplo, no dudéis en decirlo y pararemos el tiempo necesario, eso sí nunca más de 5-10 minutos ya que la piel comenzará a enfriarse y el dolor será mucho mayor.
En cuanto a la curación es un proceso sencillo pero que ha de realizarse de manera correcta. Una vez realizado el tatuaje os colocaremos vaselina en la zona tatuada y un plástico protector y pasaremos a explicaros todas las indicaciones necesarias para la correcta cicatrización. Esto sería retirar el plástico protector en un periodo no superior a las dos horas desde la realización del tatuaje, lavarse bien las manos con agua y jabón, para después lavar el tatuaje con jabón PH neutro, con ayuda de las yemas de los dedos, sin manopla ni esponjas. Aclarar con agua y secar con papel de cocina limpio a toques, se puede usar toalla, pero desaconsejamos su uso ya que puede contener restos e incluso puede raspar la zona si la toalla no es muy suave, además de que se puede manchar de sangre y tinta. Tras esto se deberá aplicar crema cicatrizante específica para tatuajes de manera uniforme por toda la zona tatuada sin excesos ni zonas sin crema. Una vez aplicada la crema dejar al aire el tatuaje y no tapar nunca más con el plástico protector, lo que sí ha de tener en cuenta es que la crema ha de aplicarse 3 veces al día durante 2 semanas, siendo 4 veces los primeros días si se observara que la zona está rojiza, siempre con el mismo proceso anteriormente mencionado, manos limpias, tatuaje limpio y seco y aplicación de la crema. En 4-5 días es probable que salgan pellejitos negros, esto es la piel muerta de la zona que hemos tatuado que ha de desprenderse, no deben arrancarse los pellejitos. 1 día o 2 después comenzará a picar el tatuaje, no se debe rascar. Si hacen deporte debéis evitarlo entre 5-7 días, ya que el sudor puede hacer que el tatuaje pierda tinta. En 2 semanas ya debería estar el tatuaje curado. A partir de ahí no hace falta crema cicatrizante, pero si hidratante en el caso de tener la piel seca en la zona. También debéis evitar el contacto directo en la zona tatuada con el sol, durante al menos 1 mes, así también con el agua de playa y de piscina. Pasadas 2-3 semanas desde la realización del tatuaje y con éste ya curado, podéis venir al estudio para que veamos y valoremos el resultado final.