¿Cómo se hacen los tatuajes?
El tatuaje se realiza inyectando la tinta en la piel a través de una máquina para tatuajes, muy similar a un taladro dental. La aguja perfora la piel (aproximadamente hasta un milímetro de profundidad) y deja allí minúsculas gotas que la piel no puede diluir. La tinta se coloca en la segunda capa de la piel, la dermis, ya que sus células son mucho más estables que las de la primera capa, la epidermis. La aguja puede llegar a penetrar en la piel hasta 3.000 veces por minuto. La esterilización de la aguja es parte fundamental de cualquier tipo de tatuaje, ya que las heridas punzantes en el organismo tienen un riesgo serio de infección y de transmisión de enfermedades.